Risotto de remolacha y queso de cabra en Maria Antonieta

Continuando con mis visitas fugaces a la ciudad de Mendoza, esta vez me encontré con unas horas libres para poder salir a caminar sin rumbo y de esta manera comenzar a descubrir los secretos de un lugar que me viene gustando mucho a medida que conozco un poco más.

Risotto de remolacha y queso de cabra en Maria AntonietaEsta caminata sin rumbo me depositó frente a un restaurante que, casualmente, el día anterior me habían recomendado, María Antonieta Restoun pequeño bistró cool ubicado en calle Belgrano 1069 propiedad de la Chef Vanina Chimeno, quién fue por muchos años asistente de Francis Mallmann y ahora desanda los caminos de la gastronomía también como cabeza de un emprendimiento.

Si bien mi reloj biológico todavía no indicaba que era horario de cenar, entré para leer la carta y volver luego de darme un baño reparador. Mientras me acomodaba en la barra, quién me abrió la puerta comentó que trabajan con reserva, que no disponían de lugar para pasada las 21:30 hs. pero que la cocina estaba funcionando desde las 20hs porque «aquí vienen muchos extranjeros y ellos cenan temprano«. Me ofreció la carta y mientras comentaba algunos aspectos del restaurante explicó que faltaba unos noventa minutos para la primera reserva, por lo que si yo quería podían ofrecer el servicio pese a  no haber reservado previamente. A su espalda, la cocina a la vista inclinaba la cancha dejándome casi sin opciones. Sucumbí a la tentación, tomé asiento y me quedé a cenar.

La carta es escueta pero muy bien pensada, nada de cosas rebuscadas, ni productos de esos que se venden solo por su nombre pese a que en nuestras tierra no son de la mejor calidad. Cuenta con ossobuco, polenta, queso de cabra y productos sencillos pero de calidad a los que el valor le agrega la técnica del chef, como nos gusta en los cuarteles de Mis Fotosecuencias.

Risotto de remolacha y queso de cabra en Maria Antonieta

Mi elección de esta vez en María Antonieta Resto fue Risotto de remolacha, queso de cabra gratinado y tomillo ($118), que lo sirven en el cacharro de metal en el que se cocina, directo de la hornalla a la mesa, y una copa de vino Doña Paula($27). El risotto estuvo muy bien en términos de sabores y textura pero el aspecto no fue para nada amigable, al punto de que al subir una foto a mi cuenta de Instagram llegaron a describirlo como «vómito de borracho«… y si, no puedo negar que algo de razón tiene.

Insisto que el risotto estuvo muy bien pero que visualmente no invita a ser probado. También insisto en que se nota que está pensado como un bistró cool por lo que no creo que estos detalles sean casuales sino más bien cuidadosamente determinados así. De todas formas, si nos dejáramos guiar por sabores y otros aspectos que completan la experiencia gastronómica,como que aceptan tarjetas, tienen un trato amable como jamás encontraríamos en un restaurante de Córdoba, mantienen un nivel de servicio que en todo momento me hizo sentir «cuidado«, entre otros, me animo a decirles que María Antonieta Resto es un lugar para recomendar sin temor a equivocarme y al cual pienso volver a visitar en algún otro viaje a Mendoza.