Chipa, nutrientes en un bocado

Por: Natalia Duarte

La chipa, especie de pancito que se prepara con almidón de mandioca, por lo tanto, es libre de TACC, lleva entre sus ingrediente leche, huevos y varios componentes más que son sencillos, nobles y fundamentales para una alimentación sana.
En la receta que comparto utilicé semillas de sésamo, sésamo integral, sésamo negro y amapola. Todas ellas ricas en ácidos grasos, compuestos fenólicos, antioxidantes, vitaminas y fibra dietética. El contenido en hierro, fósforo, magnesio, cobre y cromo, las convierten en un complemento que mineraliza el organismo.
A continuación, les dejo mi receta de chipa maternal, llenas de energía y alimento, tanto para el cuerpo como para el alma. La chipa es, claramente, amor.

Ingredientes:

  • Almidón de mandioca, 500 gramos;
  • Queso rallado, 50 gramos;
  • 2 huevos;
  • Queso cremoso, 300 gramos;
  • Leche descremada, 150 cc;
  • Aceite de girasol, 100 cc;
  • Semillas, en este caso, sésamo, sésamo integral, sésamo negro y amapola.

En primer lugar, unimos los secos en un recipiente donde se pueda mezclar cómodamente, el almidón es muy volátil, por lo tanto, es importante incorporar lentamente los líquidos; los huevos, el aceite y la leche.

La suma de los ingredientes dará como resultado una masa pastosa, un tanto pegajosa, es el punto ideal para que no sea, luego de la cocción, una chipa dura, ni seca. Amasar hasta que quede homogénea y los pedazos de queso hayan desaparecido completamente, así se logrará el “efecto chicle” dentro de la chipa.

Por último, aceitar una fuente, formar bolitas, disponerlas en la superficie y hornear a fuego alto hasta que se doren.

Como dato importante, el agregado de aceite en la receta ayudará a que este “pan de queso” se conserve por más tiempo sin volverse duro, y se pueden consumir por varios días.