«La experiencia es muy básica, el lugar no es muy lindo, muy sencillo, la atención es rustica» leíamos en TripAdvisor mientras íbamos en camino.
Lejos de dejarnos amedrentar por el comentario continuamos nuestra marcha rumbo a Palito Rojo para ver de que se trataba.
Palito Rojo es un restaurante de comida oriental ubicado en el Cerro de las Rosa, en Av. Rafael Nuñez 3635. Cuenta con un local pequeño de iluminación tenue, no se escucha música y además está libre de todo protocolo.
En este restaurante encontramos cocina oriental con salteados, sopas, carne de soja, hongos y jugos y licuados de frutas y verduras. También algunos artículos importados. No venden alcohol ni carne.
Al llegar nos ubicamos en una mesa grande al fondo y pasado unos minutos nos atendió un hombre de pocas palabras y cara de tener aún menos amigos que palabras. Bastante seco en el trato y no muy bien predispuesto a responder preguntas.
El servicio arrancó con tres cartas en una mesa para cuatro y siguió de la misma forma. Cuando servía un jugo se olvidaba de una entrada, cuando llegaba un principal demoraba la salsa de soja y así hasta que llegó la cuenta.
Platos taiwaneses en Palito Rojo
Pedimos una entrada Ravioles chinos (x6 u. $75) para compartir que al final tuvo su refill. El principal en mi caso fue Chaw Mifen Agripicante ($120), un salteado tan desabrido como poco fotogénico y para tomar un licuado de verdura, puntualmente el de Zanahoria con naranja ($55) que me trajo muchos recuerdos de mi niñez.
Mi plato principal no tiene mucho para destacar pero otros dos de la mesa que pude probar estuvieron bastante bien.
Algo que me llamó la atención es que los precios parecen detenidos en el tiempo. Las entradas cuestan $75, los jugos cuestan menos de $60 y los principales no superan los $130. La salsa de soja y el wasabi se cobra aparte pero a $5 y $1 respectivamente.
Palito Rojo es una opción para quienes disfruten de la comida oriental y a muy buen precio. Un pedacito de Taiwán en pleno Cerro de las Rosas.