Bastante se habló en estme blog acerca de lo noble de la cocina peruana, de como presentó un crecimiento exponencial en los últimos años y de como me gustó todo lo poco que pude probar. Es por eso que cuando me recomendaron el restaurante Huarike lo puse en mi listita de pendientes para ir a conocer apenas se me presente la oportunidad. Pero Huarike no acepta pagos con tarjeta por lo que todo se demoró un poco más.
Huarike Resto Bar es un pequeño reducto sin grandes aspiraciones desde lo estructural, ubicado en una zona no muy amigable para caminar de noche pero, si, con buena accesibilidad si uno llega en auto ya que se encuentra en Av. Humberto Primo 882. Huarike tiene espacios reducidos pero una muy buena vista a la costanera y, lo mejor, una atención informal pero que te hace sentir como en casa, algo bastante difícil de encontrar en la ciudad de Córdoba. Otro aspecto a destacar es que pese a tener un baño muy pequeño se encontraba con una correcta higiene, un detalle que no todos los restaurantes tienen en cuenta hoy por hoy. Desde los cuarteles de Mis Fotosecuencias preferimos entrar a un baño pequeño, con piezas básicas y sin diseño pero en el que se sienta olor a limpio, no tenga restos en el piso ni otros aspectos desagradables que suelen verse en algunos establecimientos gastronómicos cools.
Luego de acomodarme en la mesa la persona que atendía me sirvió una cerveza (entre $25 y $40) fresca para tomar y «canchitas«, un snack hecho con maíz típico de la gastronomía de Perú. La carta es escueta por lo que unos segundo bastan para tomar la decisión acerca de que vamos a ordenar, en este caso Papa a la huancaína ($30) para compartir y Pescado sudado ($70) como principal. Fue mi primera vez probando ambas opciones por lo que no puedo agregar mucho, solo decir que a mi juicio estuvieron muy bien.
La cena se acompañó con una Jarra de chicha morada ($30), una bebida elaborada a base de maíz morado que sirvieron con cubos pequeños de manzana en su interior. También fue mi primera vez con esta bebida por lo que sigo sosteniendo lo anterior. El postre fue Leche asada ($20) que estuvo bastante bien también y aunque he comido mejores entiendo que acompaña el nivel del resto de los platos.
Una buena experiencia. Ahora me queda pendiente volver para probar el cebiche.