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Un  miércoles cualquiera la aerolínea SOL decidió que mi vuelo de regreso a Córdoba no saldría ese día, decidió que yo debía pasar una noche más en la ciudad y yo recordé una recomendación acerca de donde debía comer en Mendoza, Siete cocinas de Argentina. De alguna manera tenía que remontar esta situación, así que llamé para reservar pero aclararon que no había mesas disponibles, solo podían montar el servicio en la barra si es que yo esta de acuerdo. Y yo, claro que estaba de acuerdo, tenía solo esa noche para probar la recomendación por lo que accedí.

Siete cocinas de ArgentinaEl restaurante funciona en una casona correctamente acondicionada en Mitre y San Lorenzo, Av. Bartolomé Mitre 794 para ser más preciso. El restaurante tenía las puertas de ingreso cerrada con traba pero segundos después de tocarla una persona me dio paso. Él, muy elegante y gentil, me invitó a pasar aclarando la falta de lugar pero retruqué diciendo que ya me había comunicado por teléfono y que cenaría en la barra. Montaron el servicio allí y comencé a leer la carta para tratar de entender de que se trataba todo esto.

La carta de Siete cocinas divide a la Argentina en siete regiones gastronómicas (NOA, Litoral, Cuyo, Pampa, Metropolitana, Patagonia Andina y Mar argentino) e incluye sabores perfectamente balanceados. Allí encontramos desde chipa en una panera hasta sabores de la Patagonia, pasando por todos los rincones de nuestro país. Literal, la carta recorre el país y, no conforme con eso,  lo explica en un glosario correctamente diseñado para traer luz a quienes no sepan, por ejemplo, que es el Mbeyú u otras preparaciones que se comen en Argentina y que allí ofrecen.

siete-cocinas-argentina_0007Esta vez preferí pasar por alto la entrada e ir directo al principal. Pedí Canelón de conejo confitado en aceite de oliva Changlot y sopa de puerros e hinojos($131), de la región de CUYO según aclara la misma carta. Apabullado por la imponente carta de vinos preferí pedir recomendación a la hora de elegir la bebida, esta fue una copa de vino blanco($40) tal como sugirió quién me atendía en ese momento.

Quienes me conozcan un poco sabrán que no como postres pero el nivel del principal no hizo más que despertar curiosidad y me vi forzado a solicitar la carta para pedir algo más. No sabia bien que iba a pedir, solo quería comprobar si fue casual o realmente podían mantener el nivel del principal. Pedí Partfait de chocolate, cookie negra y sorbete de frutos rojos ($68) de la región PATAGONIA ARGENTINA, acompañado de un malbec a la manera del Oporto, un Malamado de Familia Zuccardi($28) más una botella de agua($15). Y si, el nivel se mantiene. O sube, no lo se.

Siete cocinas de ArgentinaEl restaurante tiene un ambiente agradable, una atención impecable, sabores sublimes, sanitarios que se mantienen higienizados, con jabón líquido y servilletas pese a que trabaja al 100% de su capacidad y hasta una forma de resolver conflictos que pocos tienen. Recuerdo que a los minutos de ubicarme en mi lugar llegaron dos personas que habían reservado pero, caramba, el restaurante había «sobrereservado» las mesas por error. Lejos de andar con vueltas, fueron de frente con el problema, pidiendo que aguarden «un minuto» hasta que armen una mesa, mientras servían de cortesía un vino espumante y brindaban una mini charla sobre la bodega y el vino que hizo olvidar a los comensales que el restaurante había cometido un error. El minuto para enmendar el error se transformó en 5 o 15… ya no importaba. Siento que Siete cocinas es un restaurante al que por más que uno le suba la vara con la que se lo mide le sigue sobrando handicap para salir bien peinado en la foto.

Siete cocinas es un restaurante correcto en todo aspecto que brinda una experiencia sublime. No se cuando volveré a Mendoza pero estoy seguro de que ese día iré a probar algo más de esta cocina.