Pasó un nuevo Tour Gastronómico por la ciudad de Córdoba, el último del 2012. Esta idea divertida que rozaba la locura que emprendimos con la gente de Circuito Gastronómico allá por el mes de julio acaba de cerrar su primer ciclo en la zona norte de nuestra ciudad.

La última propuesta del año incluyó un abanico de matices por demás diversos, siendo Rocamadour la primera experiencia.

Rocamadour presentó quizás la propuesta más sofisticada de la noche con una degustación de entradas que incluyó salmón rosado en dos presentaciones, con caviar negro y luego sellado con aceite de sésamo y semillas de sésamo.

La entrada continuó con lomo sellado, tal como el salmón, con aceite de sésamo y presentado con semillas también de sésamo y camarón tempurado en dos presentaciones.

Finalizada la primera etapa Casa Bavaria nos esperaba con las puertas abiertas, la  mesa lista y la mejor predisposición para embebernos en la cultura alemana, su cultura.

El menú como no podía ser de otra manera, resumió lo más significativo de la gastronomía germana en dos platos maridados con cerveza tipica alemana en tres variedades.

El último paso merece un capítulo aparte pero haré todo lo posible por ser breve.

La reserva original estuvo hecha, confirmada y la mar en coche en el restaurante Villa Clara...   hasta las 11.30 del día martes 20/11, día en que se realizó el tour, cuando uno de los responsables del establecimiento me llamo por teléfono para informar de que no trabajarían ese día. Es decir, canceló la reserva porque, pese a tener contactos por diversas vías que incluyó una comunicación telefónica el día anterior, NO SE DIÓ CUENTA  de que no iba a trabajar el martes.
La seriedad ante todo, claro.

Así fue que en un día bastante apremiante en lo personal/laboral y con un escenario oscuro para el tour gastronómico jugué todas las fichas a Luna India. Del otro lado del teléfono, Gabriel me transmitió tranquilidad, además confirmó que el postre sería en Luna India y así fue.

Al llegar, algunos minutos después de la hora convenida, nos recibieron con una enorme mesa dispuesta para la ocasión y bastó un «OK» para dar comienzo a un festival de postres a compartir que incluyó Tiramisú y Volcanes de Chocolate, entre otros.

Habiendo disfrutado del postre, del brindis y completamente relajados nos tomamos una fotografía y regresamos a nuestros hogares con ganas de volver a salir de ronda por restaurantes.

Gracias a todos y ¿nos vemos el año próximo?