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La siguiente pregunta desató un interesante debate en mi timeline de Twitter:
¿Un restaurante vende producto o servicio?
— Mauro Duarte (@becube) junio 26, 2014
No tengo la respuesta correcta, ni tengo un restaurante para hablar desde la experiencia. Pero creo que si me detengo a pensar un poquito algo se me puede ocurrir. Entonces, probemos con el ejercicio de pensar un poquito…
Resulta que hace algunos años hice un trabajo final para una carrera relacionada a la administración de empresas. El trabajo consistía en realizar un plan de management para una empresa de carne y hueso, como nos divertía llamarla por aquel entonces. Hice un análisis de escenario en el que se desempeñaba, luego del sector y seguido de la empresa, de ello se desprendió un diagnóstico, programas/cursos de acción y un montón de cosas que no vienen al caso pero que se sostienen con algo de teoría en libros de papel como los que leíamos en el siglo pasado. De esta breve anécdota personal rescato un recuerdo que parece menor pero que si lo aplicamos a la pregunta de Twitter tiene a ser determinante y es el énfasis que ponía mi profesor, un consultor economista a quién respeto y agradezco muchísimo, a la «definición de sector».
Como definíamos el sector en que desempeña su actividad una empresa no ocupaba más de dos o tres renglones en un trabajo de cientos de carillas pero era determinante en todo el análisis. Y es aquí donde encuentro un fuerte vínculo con la pregunta que antecede.
Entonces, ¿los restaurantes vende producto o servicio?
Ahora si, ya creo estar más cerca de arriesgar alguna conclusión. Creo que un restaurante puede vender ambas opciones, solo tiene que marcar la cancha y definir que partido quiere jugar. Ahora si, conociendo el punto de partida y definido a donde queremos llegar, es solo cuestión de definir la estrategia para alcanzarlo y un montón de cuestiones que no corresponde desarrollar en este blog.
Y, una vez más, la pelota queda de nuestro lado, del lado del cliente que es quién define si prefiere pagar un producto o un servicio. En otra palabras, ahora es el cliente quién decide si ir a un restaurante que le vende un producto o a uno que agregue valor, tal como hablábamos algunas semanas atrás.
Cecilia
En mi opinión, basada en lo que vengo leyendo sobre restauración, es imprescindible que el combo sea producto (plato de comida) y servicio (ambiente, música, atención al público, etcétera). Los pocos restaurantes premiados en concursos o evaluaciones gastronómicas que he conocido cumplían esta premisa, así sea que vendieran platos elaborados o sandwichs al paso. No me conforma un restaurante donde la comida es exquisita pero la atención es pésima, ni donde el ambiente es genial, cool, divertido, pero los platos dejan mucho que desear. Por supuesto, coincido con vos en que depende de cada persona valorar una cosa o la otra, o saber esperar hasta encontrar el equilibrio en un lugar que valga la pena.
Mauro
Ceci, recordá que vos lees sobre restauración desde el punto de vista del profesional gastronómico, no del punto de vista del empresario que solo piensa en cuanto le cuesta y cuanto gana con cada plato que despacha… que es el punto de vista que estudié yo.
Son dos miradas contrapuestas de un mismo negocio. Ambas existes y aunque lo ideal es lograr el equilibrio, no siempre conviven. Creo.
De todas formas, estamos de acuerdo.
Cecilia
En mi opinión, basada en lo que vengo leyendo sobre restauración, es imprescindible que el combo sea producto (plato de comida) y servicio (ambiente, música, atención al público, etcétera). Los pocos restaurantes premiados en concursos o evaluaciones gastronómicas que he conocido cumplían esta premisa, así sea que vendieran platos elaborados o sandwichs al paso. No me conforma un restaurante donde la comida es exquisita pero la atención es pésima, ni donde el ambiente es genial, cool, divertido, pero los platos dejan mucho que desear. Por supuesto, coincido con vos en que depende de cada persona valorar una cosa o la otra, o saber esperar hasta encontrar el equilibrio en un lugar que valga la pena.
Namir
Creo que cuando formulaste la pregunta en Twitter, y sin dudar respondí que un restaurante vende «servicio», no tuve en cuenta la calidad del producto. O mejor dicho, dí por sentado que la calidad era buena. Coincido con Ceci, el combo buen producto + buen servicio es imprescindible. Pero, si voy a comer afuera, estoy buscando un buen servicio porque se supone que un restaurante me va a brindar un buen producto.
Mauro
Namir, la realidad es que cuando tiré eso a Twitter no había pensado el alcance, ni pensaba escribir todo esto.
La calidad no siempre es buena y el servicio tampoco, creo que eso da origen a todo. De todas formas coincido con tu conclusión final.
Willy
El producto y servicio van tomados de la mano sin ambos es como no tener solidez. Sin embargo, el servicio es el más importante por ser la fuente principal para echar andar cualquier tipo de negocio, se puede observar en cosas sencillas y simples el resultado final depende el como se maneje el producto, saludos 🙂
Mauro
Willy, coincido con vos… un producto medio con un buen servicio es aceptable, a la inversa no.