Los memoriosos recordarán que siempre estoy en contra cuando se trata de comer en un centro comercial. El ruido, el incomodo mobiliario, las luces, la comida de baja calidad y precio generalmente a la inversa entre otras razones me alejan de estos lugares. Fue por esto que días atrás luego de una larga jornada de trabajo en la ciudad de Río Cuarto mi humor cambió cuando me avisaron que «vamos a cenar en El Taller, en el Shopping». Pero era un cena de trabajo, debía ir y fui.
El Taller está ubicado en la planta baja del «shopping» de Río Cuarto, en Av. España 116. Al llegar, lo primero que se percibe son unos toneles dispuestos como mesas donde invitan un 2×1 en cervezas que poca relación tienen con lo que encontraremos al ingresar al salón pero que, según explicó el chef, está por la proximidad que tienen con una Universidad privada. De todas formas, aclara nuevamente el Chef, esa oferta está solo prevista para quienes se queden afuera para no alterar la propuesta original del salón.
Al ingresar al salón nos encontramos con un restaurante con todas las de la ley, luz tenue, música tranquila y un ambiente que invita a una experiencia gastronómica. Una moza sonriente nos recibe y acompaña hasta la mesa que habíamos reservado por teléfono. Al fondo, la cocina vidriada permite ver al chef en plena acción.
Tras leer la carta, y por sugerencia de la moza, pedimos el menú de Jueves de cocina criolla ($150 por persona bebida no incluía) compuesto de Empanadas cortada a cuchillo, Cordero con papas doradas al romero y Flan casero con dulce de leche. Pero luego de unos minutos de charla en la sobremesa el Chef Juan Cruz Galetto ofreció cambiar el postre por Helado de maní sobre marquise de chocolate con base de crema inglesa que resultó ser realmente superior.
El Taller resultó ser un lugar interesante para una experiencia gastronómica, con una propuesta que apunta a poner en valor los sabores autóctonos de Córdoba. Un restaurante que merece la pena ser visitado… y en un centro comercial! 😉