Comer en Cartagena de Indias fue una de las metas que me puse apenas el buque Monarch llegó a Colombia. Bah, más o menos como siempre que llego a cualquier lugar, lo importante es comer lo típico y si es bueno mucho mejor.

Así fue que tras cumplir con la visita guiada que nos tenía preparada la gente de Pullmantur Cruceros nos separamos del grupo y fuimos con los amigos de Viajo.org a caminar la parte colonial buscando que comer en Cartagena de Indias.

Comer en Cartagena de IndiasLo primero que probamos fue arepa que es una tortilla elaborada con harina de maíz, de forma circular y unos 2 o 3 centímetros de alto, se cocina con manteca. Las arepas se sirve dorada por fuera rellena de queso. Las preparan en casi todas las esquinas y es algo bien típico de la cocina colombiana.

El precio de la arepa en los carros callejeros es de unos 2700 pesos colombianos (US$1 equivale a $2850 colombianos), en un restaurante está en el orden de los $4000 colombianos (o US$1,40).

Comer en Cartagena de Indias

Como en cada viaje siempre trato de comer lo mismo que los lugareños, así fue que caminamos hasta encontrar un restaurante que nos parezca atractivo. Allí pedimos el Menú ejecutivo ($10000 colombianos, es decir unos US$3,50). 

Comer en Cartagena de IndiasEl menú se compuso de una Sopa de frijoles que fue realmente la gloria, Pescado frito con arroz con coco y patacones más una limonada que estuvo deliciosa.

Además, fiel a mi costumbre de probar la cerveza de cada lugar me pedí unas long neck de cerveza Águila. Según entiendo cerveza Águila es la marca líder en el segmento mainstream de Colombia.

Finalizado el almuerzo seguimos recorriendo la parte colonial de Cartagena, entramos a conocer supermercados, compramos café y cerramos el paseo tomando café en Juan Valdez, otro clásico colombiano que no quisimos dejar de probar.

Cartagena de Indias es una ciudad muy pintoresca con una abultada oferta de comida callejera en la que entre otras se encuentran las arepas, frutas tropicales y jugos frescos a precio accesible. Una ciudad que invita a volver para una recorrida gastronómica.