Cundeamor es un restaurante que les recomendaba hace unos meses y que días atrás, un día cualquiera de una semana cualquiera, volví a visitar a la hora del almuerzo.

Como cada vez que visito un lugar que me gusta, quiero compartirlo en el blog pero en ese momento olvide anotar lo que pedí y a mi edad la memoria traiciona. Voy con una descripción a ojímetro, sabrán disculpar las desprolijidades.

Almuerzo en Cundeamor

La entrada llegó mientras elegíamos con que deleitarnos, nachos con dips.

El pincipal en mi caso fueron sorrentinos de cordero con una muy buena salsa donde mojar (ja!) el pan. Si bien reconozco que para ser un almuerzo en día laboral y con temperatura de Diciembre debí elegir algo más livianito, pero no estuvo nada mal. Quizás debí optar por alguna de las ensaldas o menues que reza la carta pero la tentación fue más fuerte y me entregue a ella.

Almuerzo en CundeamorAlmuerzo en Cundeamor

Almuerzo en CundeamorUna vez terminado el plato principal y recogidas las cosas de la mesa, el mozo llegó con una gentileza de Paula, la propietaria del lugar. Naturalmente no recuerdo la denominación pero, a ojo de buen cubero, describiría como Cheesecake con sabor a cìtricos y frutos rojos. Pese a no se un gran seguidor de los postres y atento a la gentileza, tuve que hacer un esfuercito más.

El momento de volver al trabajo llegó tras el Almuerzo en Cundeamor y también las llamadas por teléfono que me lo recordaban, así que salí de prisa. Antes, hubo tiempo para una nueva atención, el mozo se acerco nuevamente a entregarme un recipiente con distintos tipos de té, que se encargó de detallar y que, seguramente, en otra oportunidad les contaré que me parecieron…

Muchas gracias Paula!