el-gran-vidrioPienso y pienso acerca de que contar sobre la (no) Degustación de Shawarma de Cabrito en El Gran Vidrio, uno de los eventos centrales de la Semana Gourmet. Pienso y sigo pensando como encarar el post porque cuando la experiencia es buena y uno no escatima en adjentivos es una cosa pero cuando la situación es inversa la cosa cambia. Esta experiencia fue mala por lo que trataré se ser lo más mesurado posible al contar mi experiencia. También hay mucho escrito en Twitter y Dayana aportó su mirada en su blog.

El evento a mi juicio tenía todas las condiciones dadas para «romperla» y terminó siendo un chasco. El chasco más grande de dos Semanas Gourmet que acumulaban bastante buenas críticas, al menos en lo que a mi forma de ver respecta.

El lugar. Es mi primera vez en El Gran Vidrio y al parecer el restaurante no esta mal,  aunque estaba un tanto vacío a la hora indicada dando el aspecto de que todavía lo estaban «armando».

El Shawarma no existió. Recién dos horas después de la cita comenzaron a salir tímidamente mozos con, y ahora calculo a ojímetro, unos 5 o 10 shawarmas que no pasaba la trinchera que armó un grupo de quincuagenarios en la puerta de la cocina del restaurante. Supongo que al decir que no vi siquiera pasar cerca un shawarma imagino que no hará falta que diga que el hermoso ritual de preparado, al que nos tienen acostumbrados por ejemplo Dirán o los de Mega Donner, tampoco existió.

La barra de Campari. Si, hubo Campari en una mesita escondida en el salón trasero. Sirvieron algunos tragos y cuando fui a buscar algo para tomar dado que casi había perdido las esperanzas de probar un bocado de comida, ya no estaba.

La verdad es que el evento por la Semana Gourmet tuvo de poco de gastronómico, nada de gourmet y algo de evento. Realmente es una pena porque, reitero, tenía las condiciones dadas para «romperla» y terminó siendo un chasco.

Ví desfilar algunas copas de vino Santa Julia, vi gente empujarse por un pedazo de comida y como la cosa no daba para mas, me fui. Con un grupo de amigos reservamos vía Twitter una mesa en Lo de Villalpando y fuimos a festejar la Semana Gourmet como se debe, comiendo y brindando.