Todos habremos visto alguna vez a Andrew Zimmern pasear por el mundo comiendo cosas raras. Lo hemos visto comiendo cosas frías y calientes, vivas y muertas, vegetales y animales… es resumidas cuentas lo vimos probar comidas realmente bizarras. Algunos de sus platos siquiera podríamos describirlos ni mucho menos hacer analogía con lo que comemos nosotros a diario.
Pero no parecer ser nada malo, ya que a este gordito neoyorquino se lo ve todo el tiempo llevando algo a la boca y generalmente disfrutando de lo que come, no recuerdo haberlo visto quejarse porque algo le cayó mal. Quizás su organismo no tiene límite frente a las comidas bizarras.
Lo cierto es que pueda que su organismo no tenga límites pero nosotros si los tenemos, al menos yo tengo un límite con las comidas bizarras. Esto es algo que aprendí hace pocos meses.
Durante el mes de agosto mientras paseaban por Viña del mar mi acompañante quiso probar «barros luco«. Todavía faltaba una hora hasta el horario de regreso a Santiago, por lo que buscamos un sucucho cercano a la terminal de ómnibus y a comer.
En el lugar se respiraba olor a aceite frito, mucho más que en el resto de Chile, algo que no es un dato menor, las mesas estaban muy juntas unas de otras y la higiene no era uno de los puntos fuertes del lugar. No importó porque la idea era probar algo y volver a Santiago para llegar antes de que dejen de circular el metro. Pedí un «Completo Chorrillano» y ese fue el principio del fin.
El «Completo Chorrillano» es un pancho de salchicha vienesa que abarcaba casi todo el ancho de la mesa, condimentado con huevo revuelto, cebolla frita, tomate y aproximadamente 100grs de mayonesa. Además pedí, sin saber con que me iba a enfrentar, una porción de papas fritas que resultó enorme y completó el combo explosivo el mozo que además trajo un plato con otros 100 o 200 grs. más de mayonesa.
El Completo Chorrillano de aquel sucucho en Viña del mar me ganó. Apenas pude comer unos bocados, tomar unos tragos de mi cerveza Cristal y, previo paso por caja, tuve que abandonar el lugar porque no podía respirar más el olor a frito.
Volviendo a tierra, luego de una reciente charla vía timeline de Twitter surgió el tema «locales gastronómicos bizarros y de comidas bizarras en Córdoba». Se barajaron nombres y un grupo tiró la idea de salir a recorrerlos para dar con un ganador. Pero para poder armar una ruta con la seriedad que el caso amerita, yo me pregunto:
Mauro
Yo creo que en la lista debería esta:
Panchos electrónicos -> https://misfotosecuencias.com.ar/pancho-electronico-en-la-peatonal-de-cordoba/
y quizás, Pizzería San Luis pero habría que evaluarlo bien.
Bitacoras.com
Información Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Todos habremos visto alguna vez a Andrew Zimmern pasear por el mundo comiendo cosas raras. Lo hemos visto comiendo cosas frías y calientes, vivas y muertas, vegetales y animales… es resumidas cuentas lo vimos probar comid…
Namir
La Cantina de Carlos, en Alta Córdoba.
http://www.cantinadoncarloscba.com.ar/index.php
Mauro
Ese tienen que ir si o si a la lista de pendientes, hay que conocer ese lugar!!!
Namir
Bueno, es de Don Carlos, no Carlos a secas. El sitio web es MARAVILLO.
Mauro
Se entendió, se entendió…. es una exquisitez a la vista. Habrá que agendarlo.
Mile
JAJAJAJA intenté adivinar de qué estaba compuesto el Completo Chorrillano por la foto, antes de leer la descripción. Pensaba: Eso es… una canoa hundida en un mar de mayonesa? IMPRESIONANTE, cuando vuelvas traenos una foto del corte transversal a ver si te la bancás! 😛
Mauro
Mile, generalmente como mucha mayonesa pero esto me ganó, mordía y solo era mayonesa o el huevo y cebollas fritas.
Amo el street food, he comido cosas mugrientas y reconozco que me gustan pero esto no pude terminar. Me dio arcada y tuve que ir a un centro comercial a comprar un heladito de McDonald que era lo único dulce y frio que tuve cerca.
Mauro
Agrego un datazo de @atilael1:
Lomitería Il Keso, en Juan B Justo 9289, B° Guiñazú.
https://www.facebook.com/labandadecarlitos/posts/662093820502084