Continuando con lo que dejó la mini-escapada a turistear por la provincia de San Luis, voy con uno de mis almuerzos.  Esta vez no fue en la ciudad capital sino en la localidad de Potrero de los Funes, donde me hospedé por algunos días.

Para quienes no lo sepan, Potrero de los Funes es una localidad ubicada a poco menos de 20 km de la ciudad capital de San Luis. Está ubicada en torno a un hermoso lago y rodeada por montañas. Su principal atractivo es una pista de carrera que rodea el lago y en torno a la que se dispone el pueblo.
Como todo pueblo de montaña, es infinitamente tranquilo y su gente extremadamente amable y servicial.

Pero como no solo de charlar con desconocidos vive el hombre, también salí a comer a distintos establecimientos gastronómicos del lugar. En este caso, Casablanca Bar-Resto.

Casablanca es un resto bar ubicado sobre el Circuito a la altura de la entrada A5 apróximadamente, ambientado rindiendo honores a la famosa película de drama-romántico. El lugar, como casi todo en el pueblo, es atendido por su dueña quién gentilmente trajo una crema de almendras y ajo con panes saborizados calentitos para picar mientras definía el menú…

Mientras ofrecía la carta recomendó agnolotis caseros, a los que no pude resistir y acepté, incluso sin abrir la carta.
En este caso, los agnolotis estaban rellenos de roquefor, muzzarella y jamón, acompañados de crema.

La comida del lugar fue realmente exquisita. Una buena inyección de hidratos de carbono que permitió  juntar fuerzas para un día de larga caminata.

Precio. El plato de pastas costó $32 (más la bebida) y el appetizer naturalmente sin cargo. Un muy buen precio si lo comparamos con los de la ciudad de Córdoba, aunque supongo que no son comparables.

Sin dudas, otra buena experiencia de mi escapada a San Luis y van… 🙂