Ostiones-vivos-playa_0003Resulta que el amo y señor de las costas de Bahía Inglesa es el ostión. Tal como lo comentaba al recomendarles restaurantes del lugar, lo sirven apanado frito en forma de picadas, en empanadas, a la parmesana, en salsas y como a ustedes se les pueda ocurrir pero siempre fresquito, recién extraido del mar. Esto se repite en todos los restaurantes y comedores del lugar pero también en la venta callejera, ya que mujeres y hombres recorren las playas ofreciendo los productos que cocinan en sus domicilios. Esta oferta es naturalmente a un precio menor pero también deliciosa y tentadora.

Pero además de las anteriores hay otra forma de comer los ostiones y es la más usual, abrirlos vivos y comerlos directo de la concha. Para ello uno puede acercarse cualquiera de los puestos ubicados a orillas del mar a elegir los ostiones vivos de una pileta y llevarlos a la mesa. Los puesteros ofrecen sal, pimienta, merken, limón y cuchillos para abrir y cortarlos a gusto del comensal. Ahora si, generalmente de parados en mostradores, uno puede disfrutar de ostiones de la forma más fresca por un módico precio.

Al vaciarse las piletas los productores se colocan el chaleco salvavidas y se adentran al mar en busca de una buena cosecha. Y el ritual vuelve a comenzar.

El precio es generalmente regular, las empanadas de ostión y queso se consiguen por unos 3US$, las de queso solo 2US$, los ostiones vivos para elegir y comer de parado a unos 0,50US$ o 6 unidades por 5US$ si lo sirven ellos. Para que tengan una idea, el dólar al día de hoy en Chile está a unos 524 pesos chilenos.

Las opciones son muchas y, como siempre, lo recomendable es probarlas a todas. Por lo que les recomendiendo ir sin apuro y con ganas de conocer. No se va a arrepentir, créanme.