Barrio Güemes. Aquel polo gastronómico en constante desarrollo que fue tema de este blog en reiteradas oportunidades, vuelve a despacharse con una oferta, al menos para mí, desconocida: Mandinga, Casona Cultural.
Mandinga, es la típica casona de barrio tradicional con diferentes espacios, rústica y de atención relajada. La noche que fui, una banda de blues/rock amenizaba con su particular estilo donde hasta un cover de «Quien se ha tomado todo el vino» tuvo lugar.
La carta, una sucesión de platos regionales que acomprañan el estilo rústico pero con una fuerte cuota de humor en sus descripciones. Alí encontramos, entre otras cosas, choripan/morcipan con pan casero, locro, humita, guiso de lentejas, arroz con leche y, por supuesto, pizzas y tablas. En este caso, al ser varios, por la mesa defilaron varios de los platos de la carta pero yo me incliné por compartir una tabla, puntualmente:
Tabla Lucifer. Salame de la Colonia, Bondiola, lomito ahumado, queso roquefort, queso saborizado, escabeche de pollo, olivas verdes y pikles [$50 p/compartir]. En este caso, una cerveza Quilmes Cristal [$15] acompaño correctamente la tabla, aunque me hubiera gustado encontrarme en la carta con la posibilidad de tomar una jarra de chopp.
Mandinga está ubicado en la calle Belgrano al 800, casi intersección con Fructuoso Rivera del barrio Güemes. Una excelente alternativa para hacer un alto luego de una visita al paseo ubicado a pocos metros de allí.
…ahora van y después me cuenta.