Continuando con el raid vacacional y triglicérico, esta vez la cita fue en la pequeña localidad cordobesa de Los Reartes.
Luego de una breve caminata bajo el sol de la tarde por la costanera de tierra denominada Raúl Alfonsín llegue a la cantina La Tasca. La cantina es un gran caserón con un prolijo parque en su frente y que brinda la sensación de ser, además, la casa donde habitan los propietarios. Allí me encontre con un hombre de aspecto mayor, amable pero rígido y contundente en sus afirmaciones. Un hombre de un limitado manejo del idioma español pero que se daba a entender con facilidad.
Pedí una cerveza para paliar el calor de este enero y ofreció un sandwich de peceto y verduras con muy poca mayonesa (sic). Eso fue lo que trajo.
El sandwich fresco y muy bueno como merienda pero me quede con ganas de probar lo que ellos definen como su fuerte, las comidas caseras.
La buena experiencia y las ganas de probar más cosas son dos buenas razones para volver.