La propuesta es tan sencilla como eficaz: tapas y vinos por copa. Cortito y al pie, sin demasiados rodeos.
Es la primera vez que voy a sentarme pero para ser franco ya compré algo take away y, principalmente, ya conocía del proyecto desde unos meses antes de que viera la luz. Ana y Leo, los propietarios, son formoseños como yo y nos conocemos desde tiempos inmemoriales y al encontrarnos en una feria gastronómica me comentaron lo que traían en mente.
Ver materializada La Tapería me trae doble satisfacción. Por lo bien logrado que resultó el proyecto y por tener la suerte de conocer todo el proceso desde la idea, la implementación y también de poder ir como cliente un día cualquiera a tomar algo.
Volviendo a la experiencia de cliente. La carta es cortita y se mueve al margen de los que se ve en otros lugares de la ciudad. Sumado a esto la experiencia de buenos vinos por copa, cerveza y coctelería clásica.
En la visita probamos Bruschetta vegetariana ($300), Morcilla aruinada ($200), Media caña de tuetano sobre rodaja de pan de masa madre ($320) y de postre Lemon pie ($320).
Los vinos por copa fueron Chañarmuyo Gran Vino Malbec ($250), Piedra Negra Vuela Sauvignon Blanc ($220) y La mala María Syrah y Petit Verdot ($300). El agua se sirve por gentileza de la casa y todo esto está coronado con una atención impecable.
Para ver más sobre La Tapería les dejo un video que subí a Youtube sobre la visita días atrás:
La Tapería es un lugar que merece la pena ser visitado para vivir una experiencia distinta al promedio de la ciudad. Si van saluden a Ana y Leo de mi parte. 🙂
Más info: La Tapería de Güemes.