Días atrás el gran diario argentino publicó una nota sobre dos «come gratis» que alborotó redes sociales y blogs gastronómicos.
La nota denominada «El arte de comer afuera sin gastar un solo peso» que fue publicada en las versiones digital y papel es un verdadero cachivache, no hay mucho más para agregar al respecto pero creo que el foco de las críticas (al menos de las que leí) está un tanto desviado.
El juego de los chicos está claro, ellos quieren «comer gratis». Los dos tortolitos juegan a ver en cuantos lugares pueden comer sin pagar o mejor dicho a cambio de subir una foto con un escueto comentario en su cuenta de Instagram.
Las reglas del juego son planteadas de antemano, los tortolitos materializan el canje con restoraneros a los que esto les parece interesante:
Los chicos no saben de gastronomía, no leyeron nunca una crítica gastronómica, no tienen la vara muy alta respecto a donde comer por no decir que directamente no tienen vara, no saben de periodismo, no saben de marketing digital aunque crean que lo están practicando. No les interesa aprender sobre nada de eso. Solo les divierte comer gratis y eso es lo que hacen. Yo creo que está bien o no, no lo se pero no joden a nadie y por mi que lo sigan haciendo aunque no es un contenido que me interese consumir.
En mi opinión, el foco del análisis debe estar puesto en dos puntos:
- Los restoraneros que creen que esto es marketing digital. Estos son los verdaderos perjudicados, este es un tema que venimos hablando desde hace mucho en este modesto blog por lo que hoy no viene al caso explayarme.
- El impresentable del periodista que compró un buzón y salió a venderlo como si fuera una idea piola nada menos que en el diario de mayor alcance del país. Así es, el gran problema es que Hernán Firpo le da estatus de «Arte» al juegos de dos «come gratis» en el que convergen profesiones e industrias pisoteando de esta forma justamente a los profesionales que se dedican a esas industrias.
Con los chicos por mi parte está todo bien, que disfruten ahora ya que en un par de meses volverán al ostracismo. El problema y lo que pone en jaque a periodistas como Juan Carlos Fola de Fondo de Olla no son los chicos jugando sino los periodistas como Hernán Firpo dándoles entidad en el diario de mayor alcance del país.