El 23 de septiembre se realizó una nueva entrega de los Latin Americas’s 50 Best Restaurants, la tercera para ser más preciso, y todo fue algarabía. Tras dos años de tener el mejor restaurante argentino en el puesto 9, este año se logró mejorar esa meta. Argentina escaló al puesto 7 en la tabla general. Pero, ¿Cuál es la performance Argentina en la tabla general?
Por una cuestión laboral no pude ver la entrega en directo como los años anteriores, los tiempos en la vida del pobrerío no suelen ser los que uno quisiera. Pero me toca hacerlo ahora, ya en frío y cuando la espuma bajo. Analizando la lista lejos de la euforia, y tras haberla leído copypasteada en decenas de blogs, no puedo más que analizar los números desde otra mirada.
No voy a entrar en detalles acerca de si es un negocio o no, porque ya bastante se habló y a nadie le importó jamás. Tampoco vamos a creer que es la verdad absoluta porque no se trata de eso. Pero, lo cierto, es que el ranking allí está y que como en todo orden nos gusta ser competitivos. También es cierto que Argentina subió posiciones en los Best Restaurants con su mejor exponente: Tegui de Germán Martitegui.
Hasta aquí la cosa viene fantástica. Argentina mete un restaurante cada día más arriba en el Top 10 y todos miramos el homebanking con aires de esperanzas para ver si algún día podremos conocer la cocina de Martitegui. Pero eso no es todo, yo no puedo evitar mirar como nos fue en términos de números y como creemos que vamos a seguir.
Desconozco si está bien o mal, si podemos modificar este indicador o no… pero los números son esos.