Apartamento es sin temor a equivocarme uno de los bares más lindo que tenemos en la ciudad. Si, creo que nadie va a intentar refutarme esta afirmación. También es cierto que tuvierons buenos cócteles. Si, los tuvieron porque tienen una curva de experiencia sobre sus espaldas.
¿Cómo está la cosa hoy?
Entonces, fui.
Y no me gustó lo que vi. Para ser justo confieso que sigo con una gripe que me tiene a mal traer desde hace varios días y que fui solo buscando tomar una cerveza como para romper la rutira de estar en reposo. Ya que estaba allí aproveché para pedir algo para picar, pedí unas Papas Bravas($50) y este fue el principio del fin.
No es la primera vez que pido papas/patatas bravas, lo hago siempre. Hasta puedo decir que tengo la suerte de haber probado papas bravas no solo en varios bares y restaurantes sino en varios países y hasta en dos continentes. Es la primera vez que me las sirven sin picante, con queso y con papas recalentadas en microondas.
Insisto, el lugar es hermoso, la atención es siempre buena, la buena onda siempre está pero la «masa crítica» viene con algunas tuercas que ajustar. Viene así desde hace algunos meses. Y creanme que cuento solo experiencias personales para no tener que dar nombre de terceros que poco tienen que ver con este modesto blog.
Ahora bien, y a modo de ejemplo, les pido que me digan a ojo de buen cubero si exagero yo diciendo que esta papa (y ya pasando por alto que es una patata brava o no) está reciclada y recalentada en microondas o solo se chamuscó por… ¿aburrimiento? ¿efecto invernadero? o KE?!
En Twitter llegaron a decirme «yo en tu lugar, no las pago». No fue mi caso. Pagué, dejé propina y me retiré pero con un sabor amargo que no creí que llevaría a mi casa, creí haber ido a lo seguro y veo que me confundí.
Es decir, chicos… tienen TODO para hacerlo bien, pues háganlo. Por lo pronto Apartamento me parece un hermoso lugar para no ir a comer.