De un tiempo a esta parte venimos leyendo sobre B° Güemes como polo gastronómico en la ciudad de Córdoba, sobre la proliferación de lugares donde comer y otras cuestiones a las que no siempre adhiero. No voy a entrar en detalles en este terreno pero créanme que a Güemes lo vi crecer por la ventana de mi casa, no me lo contó nadie.
Entonces, ¿qué me gusta de Barrio Güemes?
Hoy Güemes cuenta con la Feria Franca que a mi juicio es buenísima pese a agregar solo precio y no valor, buenos bares de tragos, o cócteles como le dicen ahora los jóvenes, bares lindos, bares que dejaron de lado a las cervezas industriales para despachar casi con exclusividad cervezas artensanales y hasta lugares donde hacer oficina un día de semana por la mañana. También encontramos allí a las mejores chipas calientes de la ciudad. Hoy en barrio Güemes se crea contenido exclusivo, se erigieron celebridades, se realizan eventos de marcas y otras tantas se pelean por entrar a ese juego. Todo en aparente perfecta armonía.
Pero lo principal es la buena onda imperante o al menos, repito, eso es lo que se ve desde afuera. Lo que se percibe desde afuera es que todos tiran para el mismo lado, cada uno desde el lugar que le toca pero todos van para adelante. Y, de nuevo, todos para adelante pero cada uno a su ritmo.
Barrio Güemes es una zona a la que generalmente no recomiendo ir a cenar pero sin dudas lo hago a quién me pregunte donde puede picar algo, hacer un after office, tomar cerveza, tomar tragos o simplemente donde ir a pasear. Ahora si me gusta Barrio Güemes.